19/03/2010
El IV Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM IV) de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con sede en la Base Aérea de Zaragoza, estuvo participando desde la madrugada del día 17, y hasta la tarde del 18 de marzo en el incendio que se declaró en el término municipal de la localidad zaragozana de Sos del Rey Católico.
La actuación comenzó tras la orden de la Dirección General de Política de Defensa, a solicitud de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias y la Delegación del Gobierno en Aragón.
En un primer momento se envió un elemento de intervención formado por 27 militares, con tres autobombas para ataque directo al fuego, una autobomba nodriza y un vehículo de comunicaciones 'Mérida', que se sumaron al resto de efectivos de bomberos y brigadas forestales dispuestos por la Comunidad Autónoma de Aragón en las labores de extinción del incendio forestal.
A lo largo de la madrugada y de la mañana del 18 se sumaron otros dos elementos de intervención del BIEM IV para reforzar el dispositivo que participaba activamente en las tareas de extinción del fuego, y al que se le asignó fundamentalmente la misión de ataque directo al fuego en el flanco norte del área de fuego, a lo largo de la carretera CV 868 (proximidades de la Venta de los Mudos), y de neutralización de focos aislados.
En total, intervinieron 88 militares, seis autobombas para ataque directo al fuego, una autobomba nodriza, dos vehículos de comunicaciones tipo “Mérida” y “León”, una máquina empujadora, seis vehículos ligeros y cuatro vehículos pesados para el transporte de personal y material.
Asimismo, dos aviones apagafuegos del 43 Grupo de Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire se incorporan el día 18 a la lucha contra las llamas durante las horas de luz diurna, realizando 4 horas y media de vuelo con 17 descargas de agua cada uno.
Este ha sido el primer gran incendio forestal declarado en la Península en este año, lo que ha constituido la primera toma de contacto de los efectivos de la UME ante, lo que se prevé, sea una dura campaña estival, debido a la intensidad de las lluvias caídas durante el invierno.