28/09/2012
El pasado 23 de septiembre se declaraba, en las proximidades de la localidad valenciana de Chulilla, uno de los mayores incendios forestales que ha castigado a la Comunidad Valenciana durante este verano.
El fuerte viento de poniente, las altas temperaturas y la baja humedad obligaban al Gobierno valenciano a solicitar medios extraordinarios del Estado, ya que se recrudecían las condiciones para la rápida propagación de las llamas, afectando también a los municipios de Bugarra, Casinos, Gestalgar, Líria, Pedralba y Sot de Chera.
Tras la petición de la Generalitat Valenciana, la Unidad Militar de Emergencias se sumaba al resto del dispositivo desplegado con más de 550 efectivos y 140 vehículos – de ellos 32 autobombas y 10 nodrizas – pertenecientes a los batallones de intervención de Valencia (BIEM III), Madrid (BIEM I) y Sevilla (BIEM II).
Junto a maquinaria pesada y diverso material de apoyo logístico y sanitario, desde el aire también colaboraron 10 aviones anfibios del 43 Grupo de las Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire y un helicóptero de reconocimiento y coordinación del Batallón de Helicópteros de Emergencias.
Bajo la coordinación de la Dirección General de Prevención, Extinción de Incendios y Emergencias de la Generalitat Valenciana, el esfuerzo simultáneo y conjunto de la UME con las Brigadas de Emergencia de la Generalitat, Brigadas de la Diputación de Valencia y efectivos del Consorcio de Bomberos consiguió estabilizar y, posteriormente, controlar el incendio, evitando, de este modo, que se propagara a otros términos municipales.
Tras tres días de trabajo intenso, y gracias a las condiciones meteorológicas favorables del incendio, la Dirección General de Política de Defensa ordenaba el repliegue de las unidades de la UME a sus bases de origen.