01/10/2012
Buceadores de la Guardia Civil y del BIEM II durante su intervención
El pasado viernes 28 de septiembre el sureste español padeció los devastadores efectos de la lluvia que afectaron a diversas localidades malagueñas y murcianas, que produjeron el desbordamiento de varios ríos y graves inundaciones.
Tras el cese de las lluvias, el balance no podía ser más desolador: varias víctimas mortales y personas desaparecidas, grandes desperfectos en edificios y cuantiosas pérdidas materiales.
Durante todo el fin de semana, previa petición de los Gobiernos Autonómicos de Andalucía y de la Región de Murcia, a través de las respectivas subdelegaciones del Gobierno y coordinado con la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, la Unidad Militar de Emergencias (UME) trabajó en estrecho contacto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y con la población para minimizar las consecuencias.
Así, tres subgrupos tácticos del segundo Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM II) desplegaron en las proximidades de las localidades de Álora, Antequera, Bobadilla, Villanueva del Rosario y Villanueva del Trabuco, con la tarea prioritaria de la búsqueda de las personas desaparecidas y rescate de las que se encontraban aisladas.
Para ello, hasta un máximo de 362 militares, en su mayoría del BIEM II y reforzados con efectivos del BIEM I de Madrid; 123 vehículos, de los cuales 24 eran autobombas, cinco nodrizas, tres equipos medios de bombeo de aguas y lodos (EMBAL), diversa maquinaria pesada de ingenieros y varias zodiac; y, tres helicópteros del Batallón de Helicópteros de Emergencias se desplazaron hasta las zonas siniestradas.
Por otra parte, un subgrupo táctico del BIEM III, con sede en Valencia, participó en las inundaciones de las localidades murcianas de Lorca y Puerto Lumbreras, con un máximo de 151 militares y 60 vehículos, seis de ellos autobombas, dos EMBAL y diverso material de ingenieros.
Los equipos cinológicos de la UME que participaron en las inundaciones rescataron los cuerpos ya sin vida de tres personas desaparecidas como consecuencia de las riadas.
En ambas catástrofes y bajo la coordinación de sendas direcciones de la emergencia, la UME realizó misiones de búsqueda de personas desaparecidas y rescate de personas aisladas – en colaboración con efectivos de la Guardia Civil – reconocimiento y despeje de itinerarios y áreas inundadas, limpieza de viales, así como achique de agua y lodos en las zonas anegadas.
Ésta es la primera intervención que la Unidad Militar de Emergencias realiza por una emergencia de estas características desde que comenzara el año.
