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Unidad Militar de Emergencias, crónica de la operación Nepal 2015

11/05/2015

Katmandú, 11/05/2015 
Unidad Militar de Emergencias, crónica de la operación Nepal 2015

Operación Nepal

Por: Brigada José Manuel Pons Peón (BIEM IV)

Desde la certificación del equipo USAR por parte de INSARAG, y la publicación del protocolo de actuación de la Unidad Militar de Emergencias, ha sido el deseo permanente de la Unidad el de poder proyectar a sus equipos para intervenir en situaciones reales más allá de las fronteras de nuestro país. En ese sentido, nuestra participación en la misión de Haití marcó un hito referencial y proporcionó el impulso necesario para allanar el camino a los Batallones de Intervención en Emergencias (BIEM).

Así pues, cuando el ministro de Exteriores anunció en la prensa que la UME estaba preparada para intervenir en Nepal, la Unidad puso en funcionamiento sus mecanismos para que los Batallones, especialmente el BIEM III, con sede en Bétera (Valencia) —que se encontraba en turno de activación USAR— y el BIEM IV, de Zaragoza, próximo a activarse, estuvieran en posición de ser proyectados. La misión se presumía exigente pero altamente motivadora, puesto que daba carta de normalidad a la posibilidad tan deseada de extender nuestra ayuda dondequiera nuestros compatriotas nos necesitaran.

El Ejército del Aire dispuso un avión Boeing 707, del 47 Grupo de Fuerzas Aéreas.

La orden de intervención llegó el día 01 de mayo y el BIEM IV, que ya había hecho el seguimiento de los hechos y tenía su maquinaria perfectamente engrasada, dispuso sus medios para ser proyectado. El viaje se realizó haciendo escalas en Omán y Delhi, de modo que el día 04 de mayo el equipo USAR, que llevaba consigo en el avión a siete guardias civiles, desembarcó en Katmandú y estableció su base de operaciones en el consulado honorífico, donde ya se encontraba alojado el embajador de España en la India, Gustavo de Arístegui.

La tarde del primer día en Nepal se invirtió en constatar sobre el terreno los informes de inteligencia que la embajada en la India había proporcionado al equipo el día anterior, en enlazar con las autoridades locales, en habilitar los conductos necesarios para asegurar la logística de la operación y, hecho todo ello, en estudiar cómo acometer las misiones encomendadas por el embajador. Fundamentalmente, estas han sido de dos tipos: reconocimiento y búsqueda de víctimas en Langtang, el epicentro del seísmo, y apuntalamientos y estabilización de estructuras en el pueblo de Chapagaun.

Con respecto a Langtang y al valle al que da su nombre, el equipo ha puesto sobre el terreno especialistas en búsqueda cinológica, que han utilizado perros y elementos técnicos y que, ya el mismo día 05, pudieron localizar cinco víctimas en superficie, aunque no lograron hallar la pista de ninguno de los españoles desaparecidos. Además de ello, especialistas en alta montaña han realizado cuatro misiones conjuntas de reconocimiento con la Guardia Civil desde la zona de Kyanjin Gumba hasta Lang Shisha Kharka, peinando el valle con escrupulosidad y dedicación, pese a lo complicado del terreno y a la fatiga a la que este sometía a los intervinientes, personas y animales. Asimismo, en la búsqueda se han empleado drones y otros elementos técnicos que han ayudado en la interpretación de lo que el equipo ha ido encontrando a su paso.

En relación a la segunda misión, llevada a cabo en paralelo a de Langtang, se escogió Chapagaun como uno de los núcleos de población próximos a Katmandú que más en profundidad han sufrido las consecuencias del terremoto. Tras contactar con los representantes civiles y enlazar con la policía y el ejército nepalíes, se manejó la siguiente prioridad a la hora de seleccionar las casas en las que iba a intervenirse: viviendas cuyos habitantes hubieran tenido que salir de su interior por no ofrecer las garantías de seguridad necesarias y, de ellas, aquellas que tuvieran niños o personas mayores a su cargo. Es digno de mención que los habitantes de este pueblo son personas muy humildes que han debido encontrar refugio en los patios y aceras, generalmente cerca de sus casas, dado que no tienen posibilidad de trasladarse a otro sitio debido a la precariedad de su existencia. En total, se han asegurado 14 casas y los lienzos de las paredes y columnas de un templo cercano a la población, se han llevado a cabo 38 valoraciones estructurales, se ha construido un alojamiento de bambú y lona y han conseguido regresar a sus casas 80 personas.

Al margen de ello, se ha distribuido diferente ayuda humanitaria a los habitantes de la zona y se ha procedido a la donación de parte de la equipación, tanto técnica como sanitaria, y excedentes de dotación llevados desde territorio nacional a la cónsul honoraria de España en Katmandú, que es promotora de diversas iniciativas encaminadas a la reconstrucción del país.

Al cabo, se ha recibido la orden de fin de misión el sábado 9 de mayo a las 16:00 h.

Los componentes del equipo que la UME ha desplazado a Nepal han desarrollado sus misiones con absoluta entrega, denuedo y motivación, pero vuelven a España invadidos por la tristeza de no haber podido localizar a nuestros compatriotas, estremecidos por las circunstancias y con el recuerdo de los familiares de las víctimas en sus corazones.
 

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