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Cuidar el medio ambiente, el sueño del cabo Gustavo de la UME en su lucha a favor de la naturaleza

22/12/2015

Cuidar el medio ambiente, el sueño del cabo Gustavo de la UME en su lucha a favor de la naturaleza

Voluntarios del BIEM III colaboran con el traslado y plantación de los jóvenes árboles

Se llama Gustavo Gutierrez, Gustavo para todos sus conocidos y son muchos. Es alicantino, militar de la Armada y ostenta el empleo de cabo en el Cuerpo de Infantería de Marina. Un día, hace ya unos años, llego destinado a la Unidad Militar de Emergencias y como buen infante aplicado en diversas materias asumió ser el “solucionador” de todos los entuertos que a su paso le surgen, problemas eléctrico, pintar y, sobre todo, saber atender nuevas peticiones que le apuntan cada vez que se cruza con alguien por algún pasillo y le pide soluciones a los que él aplica su respuesta favorita: “visto” y “sin pegas”. Es decir, algún día, el tiempo dirá, se podrá resolver. 

Pero Gustavo, con su aspecto desaliñado y apariencia juvenil, siempre cargado de cinturones porta herramientas, es una persona desinteresada y continuamente pendiente de algo que le preocupa de forma desmesurada y que está presente en todas sus conversaciones: cuidar el medio ambiente, trabajar por preservar la naturaleza en su estado más puro.

En su afición por la naturaleza le acompaña su mujer Jésica Gómez y desde esa generosidad, ese altruismo, esa concienciación y, sobre todo, esas ganas de ayudar surge el “Proyecto Madroño”. Un proyecto al que aportan parte de su propio dinero y su tiempo libre.

El “Proyecto Madroño” nació de regreso de unas vacaciones por la ciudad de Mérida, en tierras extremeñas. A su llegada a las estribaciones de la Sierra de Gredos, más concretamente en el municipio de Hinojosa de San Vicente. Jesica, se siente impactada al ver un incendio forestal en su momento más intenso en el que el fuego arrasa las copas de los árboles de una forma aterradora. Ve cómo la tierra se destruye y toma conciencia del peligro al que se enfrentan los miembros de los equipos de extinción, Protección Civil, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los miembros de la UME, la Unidad en la que se encuentra destinado su marido.

Jesica, además, revive dos hechos la “desolación” vista en el pantano de Benagever tras un incendio y las palabras del entonces jefe de la UME, teniente general Emilio Roldán, en el acto de entrega de una mención a su marido: “Todos los familiares sois miembros de la Unidad Militar de Emergencias.”

A partir de ese momento ambos se imponen la tarea de “plantar árboles”, no sólo “para reforestar las zonas afectadas, sino como homenaje a los compañeros de los distintos batallones, y en especial como homenaje al cabo primero Alberto Guisado, fallecido durante la extinción de un incendio forestal en la Sierra de Gata”. Lo van a hacer en zonas que sean suelo público y a ser posible en localidades en las que la Unidad Militar de Emergencias hubiera intervenido. En su iniciativa cuentan con la ayuda y asesoramiento de los biólogos Miquel Vives y Luis Serra; y de los técnicos forestales José Manuel Modejar y José Manuel Yañez .

Sólo cinco árboles por fotocopia de DNI

El primer ejemplar que plantaron fue un madroño, especie que da nombre a su proyecto, el 4 de diciembre de 2013; se plantó cerca de Alcoy, en una zona quemada en la que la Unidad Militar de Emergencias había colaborado en la extinción de un incendio forestal.

Con motivo del Día del Árbol, los viveros en la Comunitat Valenciana entregan a todos los ciudadanos que participen en este propósito árboles para su reforestación, pero “sólo se pueden entregar cinco árboles por cada fotocopia del documento nacional de identidad que porte el interesado”. El equipo de Jesica y Gustavo consiguen voluntarios suficientes que aportan su DNI para obtener 291 árboles. El brote empieza a germinar el 27 de enero de 2014 y se prolonga al 15 de febrero con la plantación de otros 375 árboles en una jornada de cuatro horas y media de intenso trabajo.

Pero no termina aquí la historia, desde el año 2007, fecha en la que la UME inició su primera intervención en la lucha contra incendios forestales, esta Unidad ha participado en la extinción de más de 247 fuegos. Han sido miles de hectáreas de terreno deforestado en estos años en diversas Comunidades Autónomas, y hasta esos terrenos se acercaron el pasado mes de noviembre Jesica y Gustavo para volver a intentar dar vida a lo que las llamas habían destruido. Apoyados por su equipo de voluntarios y con la colaboración espontánea de los componentes del BIEM III, de la Base de Betera en Valencia, 15.000 jóvenes árboles hundieron sus raíces en el Puerto de Alvaira, Alcoy, Serelles y San Antoni.
 

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