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Operación Chile

09/02/2017

Operación Chile

Los militares de la UME hacen cortafuegos y realizan ataques directos a las llamas con sus motosierras y herramienta manual

Chile está sufriendo una oleada de incendios forestales que afecta especialmente a cuatro de sus regiones. Allí, más de 150 incendios se han sucedido en este último mes de los cuales 20 continúan activos. Esta situación extraordinaria llevó al país iberoamericano a solicitar la colaboración internacional. La Unión Europea, a través de su Mecanismo de Protección Civil, consultó la disponibilidad a los países miembros. España reaccionó de inmediato enviando un contingente compuesto por 56 militares de la UME. La Agrupación Táctica Chile, que partió el 27 de enero en un  Airbus 310 del Ejército del Aire.

A su llegada al aeropuerto de Santiago, donde la agrupación coincidió con los contingentes franceses y portugueses, los efectivos españoles se desplazaron hasta Biobío. Con 18 incendios fuera de control esa era la región que más preocupaba a las autoridades del país. Una vez allí su primera misión fue frenar el avance de incendio que amenazaba la Reserva Nacional de Nonguén, en la provincia de Concepción. Se trata de un importante bosque nativo que acoge a 25 especies autóctonas, algunas en peligro de extinción.

Junto a los brigadistas de la Corporación Nacional Forestal de Chile (CONAF), los militares españoles combatieron el fuego durante dos días utilizando principalmente el método de “ataque indirecto”, que incluye tácticas como la de establecer cortafuegos mediante motosierras y herramienta manual.

Una vez que los responsables de CONAF dieron por controlado el incendio, los militares españoles comenzaron a trabajar en una zona cercana al municipio de Hualqui. Allí el fuego amenazaba a las viviendas que, fuera del núcleo urbano, se adentraban entre la vegetación. Tres días de trabajo intenso que obligó al contingente español y a los brigadistas de CONAF a emplearse a fondo para establecer líneas de defensa en función de los continuos cambios en el avance del fuego. La prioridad en este caso fue sofocar rápidamente los rebrotes o nuevos focos secundarios cercanos a las viviendas.

En uno de ellos, los efectivos de la UME trabajaron con una autobomba de los bomberos de Antofagasta, combinando el ataque directo al fuego con el indirecto, hasta detener el avance del frente a estas zonas habitadas. La magnitud. Y el número de los incendios forestales en Chile ha hecho necesario el despliegue de más de 600 brigadistas, bomberos y militares de numerosos países, principalmente iberoamericanos y europeos. Además, las Fuerzas Armadas chilenas están colaborando en misiones de seguridad, ataque al fuego y logísticas.

Desde el aire, más de 50 aeronaves, entre aviones y helicópteros, combaten al fuego con descargas de agua. Entre ellos destacan el Super Tanker con capacidad para descargar 73.000 litros de agua en cada pasada, un Ilyushin76 que puede trasportar 42.000 litros y el helicóptero Sikorsky S-64 Skycrane, con capacidad de descargar hasta 10.000 litros.

Esta misión de la UME se enmarca dentro de la aportación española al Mecanismo Europeo de Protección Civil y está coordinada por ocho especialistas de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea (ECHO) entre los que se encuentran tres españoles. Sobre los efectivos de la U ME desplegados, 50 pertenecen al I Batallón de Intervención en Emergencias y seis al Cuartel General, todos ellos con base en Torrejón de Ardoz.

Esta operación es la cuarta de la unidad en el exterior. A principios de 2010 un equipo formado por 37 de sus componentes consiguió recuperar los cuerpos sin vida de una veintena de personas atrapadas entre los escombros en Puerto Príncipe, capital de Haití, víctimas del terremoto que asoló el país el 12 de enero de aquel año. A pesar del éxito de su labor, la unidad no estaba preparada entonces para participar en operaciones de búsqueda y rescate. La UME consiguió en 2011, avalada por la ONU, su certificado como Equipo de Búsqueda y Rescate Urbano Internacional (USAR por sus siglas en inglés), el único de carácter militar del mundo en aquel momento.

Con esta capacidad desplegó el IV Batallón de Intervención en Emergencias en la ciudad de Lantag tras el terremoto sufrido por Nepal en abril de 2015. En esta ocasión 47 militares componían el equipo USAR que colaboró en tareas de búsqueda y rescate, en el apuntalamiento de viviendas en Chapagaun y en la protección de un templo cercano a la ciudad, símbolo del patrimonio cultural  del país.

Justo un año después, en abril de 2016, y, de nuevo debido a un terremoto, otro equipo formado por 45 militares se trasladó a Ecuador junto a 12 especialistas en Búsqueda y Rescate de la Comunidad de Madrid. Ambos grupos trabajaron como una sola unidad al oeste del país en la recuperación de víctin1as, en el restablecimiento de algunas infraestructuras críticas y en la protección del patrimonio histórico-cultural.

 

Artículo publicado en la Revista Española de Defensa Nº336

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