09/06/2017
La UME dispondrá de un total de 1.400 militares en lucha directa contra incendios forestales, encuadrados en los cinco batallones y articulados en 28 secciones de intervención
Con la finalidad de apoyar a las Autoridades competentes en la resolución de una situación de emergencia producida por incendios forestales, la UME contará para esta campaña, con un total de 1.400 militares en lucha directa contra incendios forestales, encuadrados en los cinco batallones y articulados en 28 secciones de intervención.
Dispondrá de los apoyos logísticos y operativos necesarios para las intervenciones, encuadrados tanto en los diferentes Batallones de intervención como en el Regimiento de Apoyo e Intervención en Emergencias, lo que elevará a 3.000 el número de efectivos involucrados, tanto en ataque directo al fuego como en las labores de apoyo.
Por su parte, el Batallón de Transmisiones de la UME, establecerá un Sistema de Telecomunicaciones e Información que asegure el enlace entre el Cuartel General y las Unidades intervinientes, y a su vez entre éste y los órganos de la Administración General del Estado, Autonómica y/o local necesarios.
A lo largo de las últimas semanas, todas las unidades de la UME han realizado, en sus respectivas áreas de responsabilidad, los denominados “Ejercicios Beta LCIF”, unos ejercicios de entidad batallón, de una semana de duración, donde se han puesto en práctica, al mismo tiempo, procedimientos avanzados especialmente orientados a la Lucha Contra Incendios Forestales (LCIF) y de coordinación junto a los servicios de extinción de distintas comunidades autónomas, diputaciones y localidades.
La práctica se ha completado con la colaboración del 43 Grupo de Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire y el Batallón de Helicópteros de Emergencias (BHELEME) del Ejército de Tierra. Con estos últimos se han realizado ejercicios tanto de día como por la noche, poniendo en práctica la capacidad de operación nocturna de los helicópteros.
Despliegue y pre-posicionamiento.
Como en campañas anteriores, la UME se desplegará temporalmente en aquellos destacamentos que sean precisos en función del riesgo de incendios forestales. Así, la UME tiene previsto desplegar parte de sus efectivos en Pontevedra (Base General Morillo) en Mallorca (Base Jaime II) en Ibiza (Sa Coma) en Menorca (San Isidro) en Cáceres (Acuartelamiento Santa Ana) y en Granada (Base Aérea de Armilla). Estos asentamientos facilitarán el movimiento rápido de personal y medios en caso de incendios próximos.
La UME se afianza en su compromiso de poder intervenir en todo el territorio nacional en menos de cuatro horas desde que se haya autorizado su presencia; con excepción de las islas Baleares y de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, donde el Ejército de Tierra mantendrá, en el plazo de cuatro horas y, si la situación lo requiere, la capacidad para prestar exclusivamente labores de apoyo, hasta que las unidades de la UME efectúen su despliegue.
De acuerdo con los protocolos vigentes, el 43 Grupo de Fuerzas Aéreas continuará operando durante esta campaña los aviones apagafuegos Canadair CL 215-T y CL 415-T. Se desplegarán de manera escalonada hasta un total de 13 aviones en los destacamentos de Zaragoza, Pollensa, Albacete, Santiago, Salamanca, Málaga, Badajoz y en su base principal de Torrejón de Ardoz.
Por su parte, el BHELEME aporta dos helicópteros EC-135 para tareas de mando y control y dos helicópteros modelo Cougar en configuración lucha contra incendios forestales (mediante el empleo de helibalde), rescate y evacuación.
Unidad Aeromóvil (UAM).
Para ésta campaña, la UME volverá a contar con la Unidad Aeromóvil, consolidando así su empleo tras tres campañas actuando. Su uso podrá ser tanto en su modalidad de apoyo con helibalde, como en la modalidad de posicionamiento de una unidad para el tendido de mangueras con soporte de unos depósitos de agua con capacidad para 1.000 litros. Esto unido a la posibilidad de actuación nocturna constituye una capacidad singular en la lucha contra incendios forestales, inexistente en otras organizaciones.
Con este unidad especializada, la UME pretende aportar mayor capacidad en situaciones en las que haya que contener el avance del fuego en terrenos sin acceso para las autobombas, proteger infraestructuras o puntos sensibles, dar oportunidad en la extinción de recursos operativos más lentos, apoyar maniobras con fuego desde una línea de control o en focos incipientes de poca intensidad o zonas de difícil acceso.
