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¡Donde la mar nos lleve Gustavo!

14/02/2019

In memoriam 
¡Donde la mar nos lleve Gustavo!

El capitan Baena llegó a la UME por primera vez en el año 2008

Pocas veces en la vida, se cruzan dos personas tan diferentes, que al conocerse sienten que sus vidas se habían encontrado antes.

Tú, amigo mío, médico estomatólogo en el Hospital Gregorio Marañón, Máster en Cirugía Maxilofacial y especialista en Acupuntura, un día te decantas por la milicia y te haces reservista.

En 2008 te presentas en la UME (BIEM I) y me dices: “a sus órdenes, mi Capitán, vengo a servir en la UME, quiero aportar mis conocimientos y además en el Hospital Militar «Gómez Ulla» me han hablado de un Enfermero Militar que dio la vuelta al mundo en el Juan Sebastián Elcano y quería conocerle…”

Esta Unidad se convertiría en tu casa, te activaste en ella del año 2009 al 2016. Períodos cortos y otros más largos, intensos, llenos de actividad e intervenciones. Salimos juntos a incendios, nevadas, rescate vertical, buceo..., ¡Dios como te gustaba el buceo! Tanto que te sacaste la licencia de buceador elemental y después hiciste el curso de Medicina en Ambiente Hiperbárico en el Centro de Buceo de la Armada, en Cartagena.

Durante las intervenciones aguantaste mis batallitas de la mar, mirándome a los ojos sin pestañear. Tu me contabas las tuyas en el Regimiento Saboya como Alférez de la Milicia Universitaria. Formabas parte de la «Patrulla Magreta» con los Tenientes (RV) Pablo Cabanillas y Felix Pliego, Enfermeros, cuando mandaba el BIEM I el Tcol. Guillén Bayón, hoy General de División y si él me preguntaba...., ¿dónde están los reservistas? yo le respondía..., «en el laboratorio del Oasis, tomando un bocata de panceta».

En 2012, ascenso a Teniente y en 2018 a Capitán.

Tanto te hablé de la Armada que embarcaste en la Fragata Numancia, donde conociste nuevos amigos y la sal de la Mar en la cara. Después vino el RAIEM, otra vez UME, la Fragata Santa María y cómo la dedicación, la entrega y ser el excelente Médico que eres y siempre serás..., llegó la Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco en cuya imposición, en el Cuartel General de la Armada, tuve el honor de estar contigo. Tantas historias te conté de la Armada que terminó «enganchándote» y volvías al BIEM I o al RAIEM, para estar cerca de mi y contarme tus historias de la Mar.

En 2018, te concedieron: la «Medalla OTAN, no articulo 5, Sea Guardian» y la «Medalla al Servicio Política Europea Seguridad y Defensa»

Admirabas mi vocación enfermera y me inculcaste el amor a la Medicina. Me animaste a terminarla en Granada. Siempre decías que ambas profesiones se complementan y se necesitan. ¡Eramos «Mahimonides y Averroes»! Siempre enseñándome algo nuevo cada día..., ¡qué gran docente!. Jamás escuché una queja de tu boca y a veces te daba motivos para hacerlo, entonces me mirabas y decías «voy a echar un cigarro» y todo olvidado, como en los buques...

El sábado hablamos por última vez y quedamos para cenar el martes en Zaragoza. El lunes te llamé temprano, tenías que estar en la base aérea de Zaragoza, BIEM IV, para pasar los reconocimientos médicos del equipo USAR..., luego llamó Lidia..., seguí llamando y a la «meridiana» presentí que habías vuelto a la Mar en una larga «singladura» de la que no me dijiste nada.

¡Navega en paz, amigo mío, en el drakar eterno hacia donde el viento te lleve!

¡Un abrazo, desde tierra y siempre en nuestro corazón, Gustavo!

Fdo. Cte Enfermero Manuel Gª Serrano