27/03/2020
Desde el inicio de la Operación “Balmis” el pasado 15 de marzo, donde participan militares de las distintas unidades de todos los mandos componentes de las Fuerzas Armadas, la Unidad Militar de Emergencias ha realizado un total de 4950 actividades relacionadas con el COVID-19.
Para acometer estas misiones la UME despliega diariamente unos 1150 militares desde todas sus unidades (Madrid, Sevilla, Islas Canarias, Valencia, Zaragoza y León), con la finalidad de abarcar el mayor número de poblaciones del territorio nacional.
Los cometidos comunes asignados a todas las unidades de la UME, en esta opoeración han sido las labores de reconocimiento y desinfección. Entre todas, desde el inicio se han realizado un total de 1037 misiones de reconocimiento, 984 desinfecciones en residencias de mayores, 824 desinfecciones en la red Sanitaria, 1945 desinfecciones en lugares de especial interés como aeropuertos, estaciones de tren y metro, comisarías, juzgados, centros de control, establecimientos penitenciarios, marquesinas de autobuses, parques de niños, etc.
Tras el devenir de los acontecimientos en el transcurso de estos 12 días, a esas misiones iniciales se les han sumado otras como por ejemplo, el traslado de pacientes afectados por coronavirus entre diferentes centros hospitalarios. El Regimiento de Apoyo e Intervención en Emergencias (RAIEM) es el encargado de realizar estos desplazamientos que, a día de hoy, han alcanzado un total de 34 intervenciones. Además, entre los nuevos cometidos en estas semanas, también se ha realizado el apoyo en el montaje de ocho albergues para personas sin hogar y hospitales de campaña, entre ellos los ubicados en IFEMA (Madrid) y en la Fira (Barcelona).
Sumado a estas actividades, las unidades también han realizado un total de 94 transportes logísticos y han impartido formación en desinfección a 17 entidades civiles y militares.
En resumen, semanas donde la coordinación, el esfuerzo y el buen hacer de los militares están consiguiendo dar una respuesta potente y continuada con el fin de conseguir ir frenando la propagación del COVID-19.