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Tareas de desinfección en los centros penitenciarios

14/04/2020

Operación "Balmis" 
Tareas de desinfección en los centros penitenciarios

Como parte de los trabajos de desinfección de infraestructuras críticas otro de los objetivos considerados especialmente sensibles están siendo los centros penitenciarios

Como parte de los trabajos de desinfección de infraestructuras críticas otro de los objetivos considerados especialmente sensibles, junto con las residencias de ancianos y los centros de menores, están siendo los centros penitenciarios.

Estos centros se consideran también de especial interés al ser lugares de convivencia. Así lo demuestra el hecho de que, hasta el momento, la Unidad Militar de Emergencias ha realizado un total de 51 actuaciones en centros penitenciarios, lo que supone más del 75 por ciento del total de instituciones penales que se encuentran distribuidas por todo el territorio nacional.

Al igual que en las residencias de mayores, en los centros penitenciarios la UME trabaja con un riguroso protocolo de actuación que comienza con una entrevista con el Jefe de Seguridad de la prisión, para así poder conocer la situación del centro y concretar las actuaciones a realizar en dicha desinfección. Estos trabajos se adaptan tanto a las características del centro como a su situación sanitarias y posibles casos de contagios.

En esta reunión inicial se asesora al personal del centro en materia de limpieza y desinfección, ofreciendo consejos sobre sectorización (reorganización de espacios en caso de posibles contagios), organización de actividades y protocolos de seguridad en aislamientos, en aquellas instituciones que lo necesiten.

Una vez determinadas las áreas de actuación, los equipos de desinfección dividen su trabajo en tres zonas. La primera es una “zona limpia”, que suele estar en el exterior, donde los militares comienzan todos los trabajos. A continuación se delimita una “zona de tránsito” que separa la “zona limpia” de la “zona contaminada” y finalmente se delimita la “zona contaminada”, donde se va a realizar una descontaminación más rigurosa independientemente de que se tenga constancia de que haya personal contagiado o no.

En el interior los equipos de la UME se dividen en dos para desinfecta tanto celdas como zonas comunes, galerías centrales, baños, comedores, aulas o talleres siempre acompañados de un funcionario de prisiones. En exteriores se desinfectan los accesos y patios, incluyendo mobiliario como bancos o mesas. Estos mismos trabajos se realizan en la zona donde habitualmente se conviven los funcionarios.

Para estas desinfecciones los intervinientes utilizan hipoclorito de sodio diluido al 0.5 por ciento; en interiores se utilizan en mochilas difusoras, con rociadores de mano y nebulizadores mientras que en exteriores emplean autobombas y drones para desinfectar grandes áreas.

Los nebulizadores se emplean en las zonas donde haya habido alguna persona contagiada ya que aportan una mayor acción desinfectante al crear una atmósfera saturada de peróxido de hidrógeno al 5%.

En definitiva, la UME continúa poniendo todos sus recursos materiales y humanos a disposición del personal más vulnerable, entre los que se encuentran los internos de los centros penitenciarios a los que los militares agradecen enormemente el buen trato y las muestras de cariño que reciben cada vez que coinciden con ellos, mientras realizan sus cometidos con el fin de reducir la propagación del virus.

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