28/05/2021
Intervinientes poniendo en práctica las técnicas y procedimientos de actuación ante emergencias industriales con fuego real, hacer frente a sus distintos comportamientos y efectos
... El vertido que se ha producido en el puerto amenaza la reserva natural situada a 10 km de la ciudad. No solo afectaría a las aves y especies marinas que tienen allí su hábitat, también a las largas playas de arena blanca que se extienden por la costa, uno de los atractivos turísticos de la región.
El capitán Esteban, del Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales (GIETMA), está al mando del despliegue de las barreras de contención de hidrocarburos de la UME. A su cargo, 20 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, que junto a dos militares del Ejército del Aire, otros dos de la Armada, tres bomberos de Madrid, un médico del SUMA y un instructor del Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos de Gijón, intentan evitar que el combustible del barco averiado provoque una catástrofe medioambiental. El capitán Esteban se levanta la visera del casco y mira hacia el otro equipo de la UME que, 100 metros más allá, continúa apagando el incendio provocado por la explosión…
Afortunadamente, estas dos intervenciones son solo ejercicios prácticos del Curso Básico de Emergencias Tecnológicas y Medioambientales de la UME cuya fase práctica se está celebrando en las instalaciones de la Armada en Ferrol; concretamente en el Centro de Instrucción y Adiestramiento de Seguridad Interior (CISI) de la Escuela de Especialidades “Antonio de Escaño” y el Centro Deportivo y Sociocultural de la Armada (CDSCA) “El Montón”.
El CISI es una instalación en que cuenta con unos simuladores en los que los alumnos pueden poner en práctica las técnicas y procedimientos de actuación ante emergencias industriales con fuego real, hacer frente a sus distintos comportamientos y efectos.
Simultáneamente, se han desarrollado los ejercicios de protección medioambiental en “el Montón”, en los que, ante un supuesto derrame de contaminantes, se han puesto en práctica los procedimientos y técnicas de recogida de vertidos con el apoyo del Tren Naval del Arsenal de Ferrol, barreras y Skimmers, así como el rescate, filiación y descontaminación de la fauna marina que pudiera verse afectada.
Una vez que hayan completado las 396 horas de esta formación, los 51 alumnos que participan en la edición de este año estarán preparados para intervenir en catástrofes, accidentes y otro tipo de incidentes relacionados con agentes nucleares, radiológicos, biológicos y químicos, además de los que conlleven riesgos tecnológicos y medioambientales.
Desde el reconocimiento de zonas contaminadas por productos químicos o un accidente nuclear como el de Fukushima, pasando por el tratamiento de especies invasoras, como sucedió con el camalote en el río Guadiana, o la intervención por riesgo biológico, como en la Operación Balmis desencadenada por la pandemia del CoVid-19; el curso analiza casos reales y se retroalimenta con las lecciones aprendidas. “El módulo biológico se ha completado y perfeccionado con la experiencia y aprendizaje adquiridos en la Operación Balmis” – cuenta el capitán Pedro Javier Guerra, de la Escuela Militar de Emergencias.
La participación de otros militares y personal civil relacionado con la gestión de Emergencias en este curso se enmarca en la cooperación entre organismos que abordarían este tipo de situaciones. El intercambio de información, el desarrollo de los protocolos de actuación, la coordinación entre equipos de intervención y el conocimiento de las últimas técnicas y medios disponibles son claves para actuar ante una emergencia. Pablo Vegarango, técnico de Salvamento Marítimo en el Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos de Gijón, comenta: “Como dice la UME, estamos para ayudar y para servir. En caso de un siniestro, la colaboración de todos los servicios: bomberos, brigadas de emergencia, UME, etc… es fundamental”.
