14/07/2022
El Primer Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM I) trabaja en la zona cacereña con 136 efectivos y 48 medios
Al igual que sucedió en junio, la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha vuelto a colaborar en la extinción de diferentes incendios forestales que se han producido en la Península Ibérica durante la segunda ola de calor de este verano. Estos son: Folgoso do Courel, Casas de Miravete, Ladrillar, Monsagro, Candelario, Alfaro y Ourém, este último en Portugal. Esta situación ha llevado a movilizar a los cinco Batallones de Intervención en Emergencias (BIEMs) que componen la unidad.
Los incendios forestales más recientes son el de la aldea de Folgoso do Courel (Lugo) y Casas de Miravete (Cáceres), al sur de Plasencia, que comenzó este jueves por la tarde, momento en el que la Junta de Extremadura solicitó la intervención de la UME. Unos de los objetivos principales en el incendio forestal de Casas de Miravete es evitar que las llamas, que ya han calcinado 500 hectáreas, penetren en el Parque Nacional de Monfragüe. Hasta allí se han desplazado 116 efectivos con 32 medios del Segundo Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM II).
En la misma provincia continúa activo el incendio forestal de Ladrillar, que se ha extendido hacia la provincia de Salamanca, concretamente hacia el municipio de Monsagro. El Primer Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM I) trabajó los primeros días en la zona cacereña con 136 efectivos y 48 medios, además de contar con la intervención de una aeronave del 43 Grupo, del Ejército del Aire, y los helicópteros HU-26 y HU-27 del Batallón de Helicópteros de Emergencia (BHELEME II), del Ejército de Tierra. Debido a la duración de la emergencia, el BIEM I va a ser relevado por el Cuarto Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM IV).
Allí los militares han realizado labores de ataque directo con apoyo de autobomba, vigilancia y consolidación de perímetro, así como el establecimiento de una línea de defensa para proteger la alquería de Las Mestas, que ha sido recientemente evacuada. Durante las últimas horas, en las que se han producido varios reencendidos, los efectivos se han centrado en trabajos de contención para evitar que el fuego regrese a Cáceres, especialmente a Casares de las Hurdes.
Este incendio, que ya ha calcinado 5.500 hectáreas, ha afectado a municipios extremeños como Ladrillar, Cabezo, Aceitunilla, Batuequilla y La Horcajada, algunos de ellos desalojados. Debido a su proximidad con la provincia de Salamanca, también se encuentran amenazados La Alberca, Cepeda y Monsagro. Esta última ubicación es la que ha dado nombre a la parte del incendio forestal que se encuentra en Castilla y León. Una de las mayores preocupaciones de las últimas horas es proteger el Monasterio de San José de Batuecas de las llamas.
El Quinto Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM V) –que en las próximas horas será relevado por el Tercero (BIEM III)– tiene desplegados allí 230 efectivos y 91 medios, además de la intervención de aviones del 43 Grupo y helicópteros del BHELEME II. Entre sus tareas destacan: la vigilancia con tendidos de manguera, empleo de fuego técnico y apertura de cortafuegos con una máquina de ingenieros modelo D7. Uno de sus actuales cometidos está siendo la defensa de la localidad de Monsagro.
La magnitud de ambos incendios ha llevado a constituir este miércoles un Mando Único de Extinción (MUE) para una mejor coordinación de los servicios de emergencias de Extremadura y Castilla y León. Esta herramienta viene recogida en el Plan Estatal de Protección Civil para Emergencias por Incendios Forestales.
Además, el BIEM V también se encuentra trabajando en el incendio forestal de Candelario, en la provincia de Salamanca, que ha calcinado 500 hectáreas, pero su evolución es más positiva que los anteriores casos. Allí, 68 militares con 34 medios han realizado labores de vigilancia y liquidación, entre otras acciones. El 43 Grupo apoya las tareas de extinción con un Canadair.
A diferencia de estos tres incendios que permanecen activos, la UME inició el lunes su repliegue del incendio forestal de Alfaro (La Rioja). Allí trabajaron 95 efectivos con 30 medios, además de dos aeronaves Canadair del Grupo 43 y un helicóptero de EC-135 del BHELEME II. El fuego comenzó el domingo a mediodía en las faldas del Monte de Yerga y se extendió entre los municipios de Alfaro y Grávalos. Entre las tareas encomendadas a la UME, en apoyo a las brigadas forestales, destacaron la elaboración del perímetro y labores de refresco.
Misiones en el exterior
Un equipo español, constituido por el Grupo 43 y la UME, colaboró durante el fin de semana en las tareas de extinción del incendio forestal en Ourém, en el centro de Portugal.
El fuego, que ha arrasado con más de 2.600 hectáreas, fue declarado el pasado jueves a unos siete kilómetros de la ciudad portuguesa. La Dirección General de Protección Civil de Portugal solicitó el sábado la activación de la Reserva Europea de Recursos (rescEU).
El Grupo 43 trabajó en la zona con seis militares y dos aeronaves Canadair. Por su parte, la UME envió un equipo de evaluación de desastres UMEDAT (UME Disaster Assessment Team, en inglés), constituido por dos militares y un vehículo, como enlace con las autoridades locales portuguesas en el puesto de mando.
El sistema rescEU, que forma parte del Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea, fue creado en 2019 por para luchar de manera conjunta contra las catástrofes naturales dentro y fuera de la comunidad. Se trata de una reserva de capacidades, con medios aéreos para la lucha contra incendios forestales, preparados para su despliegue inmediato.
