03/08/2022
La segunda ola de calor que ha sufrido España ha obligado a la Unidad Militar de Emergencias (UME) a intervenir en 28 incendios forestales durante el mes de julio
La segunda ola de calor que ha sufrido España ha obligado a la Unidad Militar de Emergencias (UME) a intervenir en 28 incendios forestales durante el mes de julio. Es por ello, que la actual campaña de lucha contra este tipo de emergencias se ha convertido en la más complicada desde la creación de la unidad en 2005. La mayoría de las operaciones se han realizado junto con el apoyo del 43 Grupo del Ejército del Aire y del Espacio, y el Batallón de Helicópteros de Emergencia (BHELEME II), del Ejército de Tierra.
El último incendio forestal al que la UME ha acudido para apoyar las tareas de extinción en este mes, ha sido el de la parroquia de Mourentán, perteneciente al municipio de Arbo (Pontevedra). Finalizadas las misiones asignadas, el Quinto Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM V) inició este lunes su repliegue.
Entre las tareas encomendadas a dicho batallón se encuentran la defensa de las localidades en interfaz urbano-forestal y el enfriamiento de puntos calientes en el núcleo de Vilar, en el mismo municipio. Asimismo, también se ha llevado a cabo la vigilancia, refresco y liquidación de focos secundarios, además del uso de fuego técnico junto a las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF).
El mismo día que se activó el incendio de Mourentán, la UME cesó sus labores en el de Sevilleja de la Jara (Toledo). Allí trabajaron 131 efectivos con 45 medios del Primer Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM I). Para participar en las tareas de extinción, se contó con una máquina de ingenieros modelo D5 y drones pertenecientes al Batallón de Transmisiones (BTUME), los cuales permitieron realizar vuelos nocturnos de reconocimiento y búsqueda de puntos calientes. Dichas imágenes se facilitaban al Puesto de Mando Avanzado (PMA) del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de Gobierno de Castilla-La Mancha.
También en la última semana de julio, la UME trabajó en el incendio forestal de Los Realejos (Tenerife). La Unidad de Intervención en Emergencias de Canarias (UIEM) y el Segundo Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM II) se coordinaron en tareas de vigilancia y liquidación sobre la línea de defensa, entre otros, además del empleo de las cámaras térmicas de los drones para realizar reconocimientos de la zona afectada.
Cabe destacar sobre esta última misión la colaboración del 45 Grupo del Ejército del Aire y del Espacio en el traslado de los 138 efectivos y 49 medios del BIEM II desde la Base Aérea de Morón (Sevilla) hasta la isla.
Por otro lado, el Tercer Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM III) acudió la semana pasada al incendio forestal de Calles (Valencia), donde se realizaron ataques directos con autobomba y se utilizó la máquina de ingenieros modelo D5 para abrir vías, entre otros cometidos.
Uno de los aspectos que más preocupó durante el incendio forestal de Quintanilla del Coco (Burgos) fue la protección del Monasterio de Silos, cuyos monjes fueron desalojados. Algo similar ya sucedió en junio con el incendio de Liédana (Navarra), donde el Cuarto Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM IV) tuvo que crear un cortafuegos para proteger el Monasterio de Leyre, en la localidad de Yesa.
EL BIEM I también ha estado presente este mes en el incendio forestal de Humanes (Gualajara). Además, hasta allí se desplazó el Regimiento de Apoyo e Intervención en Emergencias (RAIEM) con una máquina empujadora D7 para apoyar las tareas de extinción.
Toda esta ingente labor también se ha visto en los incendios forestales de: Vegalatrave (Zamora), San Juan de la Nava (Ávila), Cebreros (Ávila), Montes de Valdueza (León), Carballeda de Valdeorras (Ourense), Puente de Domingo Flórez (León), Folgoso do Courel (Lugo), Ateca (Zaragoza), Losacio (Zamora), Valdepeñas de la Sierra (Guadalajara), Almaraz de Duero (Zamora), Jerte (Cáceres), Monsagro (Salamanca), Casas de Miravete (Cáceres), Navafría (Segovia), Figueruela de Arriba (Zamora), Ladrillar (Cáceres), Candelario (Salamanca), Ponferrada (León), Torre de Don Miguel (Cáceres), Alfaro (La Rioja) y Venta del Moro (Valencia).
Asimismo, la UME también participó en julio en la extinción de un incendio forestal en el extranjero, concretamente en Ourém, en el centro de Portugal, a través de la Reserva Europea de Recursos (rescEU). El equipo español enviado estuvo compuesto por seis militares y dos aeronaves Canadair del 43 Grupo, así como dos militares y un vehículo de la UME que actuaron como enlace con las autoridades locales portuguesas en el puesto de Mando.
Seguimiento de la campaña
Margarita Robles, ministra de Defensa, visitó en el Día de Santiago el Cuartel General de la UME, en la Base Aérea de Torrejón (Madrid), para conocer de primera mano la evolución de la campaña contra incendios forestales. Acompañada por Esperanza Casteleiro, directora del CNI, fue recibida por el jefe de la unidad, el teniente general Luis Manuel Martínez Meijide.
El coronel del Estado Mayor, Pedro Aneiros, fue el encargado de informar a la ministra del despliegue de la UME realizado durante la segunda ola de calor, en la cual se han desplegado más de 1.000 militares y 350 medios.
La campaña de lucha contra incendios forestales se inició a mediados de junio, aunque ya la unidad estaba activada en las provincias de Navarra, Zamora y Lleida. La UME contribuye al dispositivo organizado por el Comité Estatal de Coordinación y Dirección del Plan Estatal de Incendios Forestales (CECOD) con 1.400 militares en ataque directo al fuego y 1.500 militares en funciones de apoyo logístico.
