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29/12/2023

La UME ha intervenido en cinco países extranjeros durante 2023 por emergencias como incendios forestales y terremotos 
Leyla, Elif,  Muslim y los “ángeles sin alas”: historia de un rescate en Turquía

El teniente David Mora se acerca a la tienda para comprobar el estado de salud de ambos niños tras el rescate, mira cara a cara a Elif, quien le abraza y le besa en la frente

La Unidad Militar de Emergencias (UME) ha sido activada en casi 30 ocasiones durante 2023. Al igual que en otros años, los efectivos han luchado contra incendios forestales y ayudado a la población durante tormentas invernales severas, entre otros cometidos. Sin embargo, 2023 será recordado por los miembros de la Unidad como el año en el que demostraron su capacidad para atender a los ciudadanos tanto dentro como fuera del territorio nacional.

Este ha sido el año en el que la UME se ha desplazado a más países para apoyar a las instituciones locales en una emergencia. Estos han sido: Chile, Turquía, Túnez, Grecia y Marruecos. Es cierto que en 2017 hubo un mayor número de activaciones internacionales, concretamente siete, pero la mayoría se desarrollaron en Portugal a raíz de los incendios forestales (IIFF) que asolaron al país vecino aquel verano.

El primero de los despliegues internacionales fue en Chile, que sufría una oleada de IIFF desde diciembre y que se intensificó en febrero de este año, lo que obligó a su gobierno a solicitar ayuda internacional. La UME ofreció un apoyo especializado con capacidades operativas y técnicas, como el análisis y asesoramiento en materia de lucha contra incendios forestales (LCIF) y el refuerzo de la estructura de Mando y Control con drones y con enlaces satélites. 

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No era la primera vez que la UME intervenía en Chile, pues ya apoyó las tareas de extinción en 2017, como recuerda el comandante David Barona, jefe de la Unidad Operativa: “Ayudó [el haber estado hace seis años] porque había un informe previo en el que nos basamos a la hora de conformar lo que son los equipos y el material a llevar. Además, ya sabíamos parte de las dificultades que nos íbamos a encontrar”. De hecho, uno de los aspectos que más preocupaba a los diferentes equipos era el fuego en interfaz urbano-forestal, debido a la proximidad de las llamas a las viviendas, así como la protección del Parque Nacional Nonguén.

Aquella misión duró un mes, pero el comandante Barona concluye: “La experiencia fue muy positiva, aprendimos mucho y nos adaptamos a las circunstancias gracias al ingenio español”.

A los dos días de que el contingente compuesto por 50 militares despegara rumbo a Chile, Turquía sufrió un terremoto de 7,8 grados de magnitud en la escala de Richter. La ayuda internacional no se hizo esperar y, por supuesto, el gobierno español envió varios equipos de búsqueda y rescate en zonas urbanas (USAR), entre ellos a la UME con 55 militares y cuatro perros.

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La misión en Turquía supuso un antes y un después en la historia de la Unidad: por primera vez uno de sus equipos USAR lograba rescatar a personas vivas de los escombros. Ellos fueron Leyla, Elif y Muslim, una madre y sus dos hijos, atrapados durante cinco días. El teniente coronel José Luis Jiménez Borraz, jefe del contingente, valora este hecho como el resultado de “una correcta toma de decisiones en los momentos apropiados” por parte de personas, autoridades y organismos: “Eso nos permitió llegar a tiempo. Llegar a tiempo nos permite establecer los contactos que necesitamos para actuar, las coordinaciones, llegar al sitio donde existe esa posibilidad de rescate de personas vivas y el empleo de la unidad en el rescate”.

No se produjeron más activaciones en el extranjero hasta verano. Pese a estar preparados para la campaña LCIF, la magnitud de los IIFF en España fue mucho menor respecto al año anterior. No obstante, tanto el resto de Europa como otros continentes sí sufrieron en esta ocasión los estragos de las olas de calor y las sequías. Por ello, la UME fue desplegada en Túnez y Grecia. Según el teniente coronel Juan Soriano Paradinas, jefe del equipo UMEDAT desplegado en Grecia, señala que el objetivo en este tipo de misiones es “apoyar al 43 grupo y facilitar su trabajo en todo lo posible”.

Por último, Marruecos sufrió a principios de septiembre un terremoto de 6,8 grados de magnitud en la escala de Ritcher y aceptó la ayuda de España, que envió 56 efectivos y 4 perros, que permanecieron 11 días en el país afectado. El comandante Enrique Bascuas, jefe del equipo USAR, destaca la “rapidez del despliegue”, algo fundamental en este tipo de emergencias, ya que el objetivo principal en las primeras horas es salvar el mayor número de vidas posible. De hecho, la UME fue el primer equipo internacional en llegar al aeropuerto de Marrakech, por lo que se encargó de la organización del Centro de Recepción y Coordinación de equipos (RDC, por sus siglas en inglés) hasta que se estableció el Equipo de las Naciones Unidas para Evaluación y Coordinación en Casos de Desastre (UNDAC).

Antes de regresar a España, el rey de Marruecos, Mohamed VI, agradeció la labor de la UME a través de una carta. Según el comandante Bascuas, el equipo recibió con sorpresa estas palabras: “Al principio estábamos tan metidos en la operación que no reparamos en la trascendencia que tenía”. El monarca, “conmovido profundamente” por la ayuda del contingente español, resaltó en su misiva su “gran orgullo y aprecio de esta generosa participación que encarna los profundos lazos de amistad sólida y solidaridad que une a los pueblos español y marroquí”. 

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Dos meses después, la UME logró reclasificarse por segunda vez como equipo USAR de tipo medio, de acuerdo con las guías del Sistema de Clasificación Externa del Grupo Asesor Internacional de Operaciones de Búsqueda y Rescate (INSARAG), organismo que depende de Naciones Unidas. Este tipo de equipo está capacitado para actuar en una zona de trabajo de forma continuada (24 horas) con una autosuficiencia mínima de siete días, además de poseer las capacidades de mando y control, sanidad, logística, búsqueda y rescate.

Por otro lado, la UME ha participado en la enseñanza y formación de personal con competencias en emergencias de Líbano e Irak, a través de las misiones en las que están presentes las Fuerzas Armadas españolas.

La formación en Líbano –perteneciente al Programa Galatea de la Operación Libre Hidalgo– estuvo dirigida a los Centros de Defensa Civil libaneses y fue de carácter práctico, con especial atención a la capacidad LCIF. En cambio, a la formación en Irak –dentro de la NATO Mission Iraq– asistieron oficiales del Cuartel General del Ejército de Tierra iraquíes y fue más teórica, lo que permitió conocer diferentes tipos de emergencias y analizar procedimientos de distintos países. Además, los militares locales propusieron abordar la actuación ante una posible rotura de la presa de Mosul, como una de las emergencias que más preocupa actualmente en el país.

Ambas formaciones han sido un éxito y se espera organizar nuevas ediciones, especialmente en Irak, cuyos militares y los miembros de la misión de la OTAN quedaron satisfechos con el resultado. Concretamente, en esta última se estudia la posibilidad de ampliar la enseñanza de dos a tres semanas y que participe la célula de gestión de crisis del país, compuesto tanto por militares como civiles.

Pese a la labor de la Unidad en el extranjero durante este año, su trabajo en el territorio nacional no ha cesado. Tras las operaciones en Chile y Turquía, la UME ayudó durante la tormenta en la Sierra de Tramontana, en las Islas Baleares.  Y antes de iniciar la campaña LCIF a mediados de junio, la Unidad ya había intervenido en seis IIFF en España: tres en Asturias, uno en Castellón, uno en Lugo y otro en Cáceres. La UME fue activada en Canarias para atender los IIFF de Puntagorda, Tejeda y Arafo.

Nuevos retos

En agosto, se produjo el relevo del general jefe de la UME (GEJUME). El teniente general Luis Manuel Martínez Meijide pasó a la reserva tras cuatro años liderando la Unidad ante las emergencias más significativas de su historia: la pandemia del coronavirus, la borrasca Filomena y el volcán de La Palma, entre otras. 

Posteriormente, el general Francisco Javier Marcos Izquierdo tomó el mando de la UME y asumió los nuevos retos a los que se enfrenta la Unidad. “Somos una familia, que cuidando sus raíces y sabiendo que lo importante es el aquí y el ahora, no deja de mirar hacia un futuro al que hay que adaptarse con rapidez”, afirmó durante su discurso en el acto por el XVIII aniversario y el día de la patrona de la UME, la Virgen del Rosario, celebrado en octubre.

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El general Marcos afronta una nueva etapa en la Unidad con la que pretende impulsar la formación a través de la Escuela Militar de Emergencias (EMES), la actualización de los sistemas de mando y control y la mejora de las capacidades tecnológicas. También durante su mando, se consolidará la Unidad de Drones (UDRUME), un proyecto tecnológico que permitirá mejorar la capacidad de respuesta de la UME a través de sistemas aéreos no tripulados, también conocidos como RPAS, y que permitirá operar en los ámbitos aéreo, terrestre y acuático. Se ubicará en la base militar Conde de Gazola, perteneciente al Ejército de Tierra, en San Andrés del Rabanedo (León), donde también se encuentran las instalaciones del Quinto Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM V). 

De esta manera, el GEJUME afianza su lema: “Comprometidos”. Todos los miembros de la Unidad tienen  un deber con los ciudadanos, tanto en el territorio nacional como en el exterior, por lo que los avances y mejoras siempre serán ideados en su beneficio. Un compromiso que la UME ha demostrado a lo largo de estos 18 años, por ejemplo, con avances como la creación del Batallón de Transmisiones (BTUME), que este año ha celebrado su décimo aniversario.

Otros eventos en 2023

A lo largo de este año, se han producido varios relevos de mandos. Este mes, el coronel Alberto Salas Méndez ha sido nombrado Jefe de Estado Mayor (JEM) de la UME, tras los tres años que ha ejercido el cargo el coronel Pedro Aneiros Romaguera.

También, el teniente coronel Joaquín Núñez Regodón ha tomado el mando del Cuarto Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM IV), mientras que el teniente coronel Raúl García se encarga del Grupo de Apoyo a Emergencias (GAEM). De esta manera, relevan al teniente coronel Manuel Montero Martín y al teniente coronel Fernando Meana, respectivamente.

Por último, la UME, como parte de su compromiso social, celebró en septiembre la campaña solidaria UMEdula, con la que busca fomentar la donación de médula ósea. A diferencia de otras ediciones, en esta ocasión se han involucrado todos los batallones, que organizaron eventos en Madrid, Sevilla, Valencia, Zaragoza, León, Tenerife y Gran Canaria.